El Grupo Armando Álvarez es uno de los grandes referentes industriales de España. Desde sus orígenes como empresa Forestal en los años 50 hasta convertirse en un grupo multinacional con más de 2.500 empleados y operaciones en más de 100 países, ha sabido combinar tradición familiar con una fuerte capacidad de expansión y diversificación. Su actividad abarca desde plásticos y embalaje industrial hasta logística, energía, hostelería y más.
Pero incluso en los entornos más consolidados, los retos tecnológicos pueden ser una barrera crítica para seguir evolucionando.
El reto: una arquitectura antigua que penalizaba su mantenimiento y evolución
El grupo se enfrentaba al reto de modernizar un proceso clave para su operativa diaria: la gestión de integraciones con proveedores, que impactaba directamente en su ERP.
- Elevado riesgo ante cualquier modificación del sistema.
- Dependencia crítica del código y librerías existentes, difícil de mantener y entender.
En un entorno donde la agilidad y la capacidad de integración son diferenciales competitivos, era necesario actuar. El entorno tecnológico presentaba oportunidades de mejora, tanto a nivel de arquitectura como de documentación, lo que exigía un enfoque flexible y una comprensión profunda del sistema existente. Gracias a la colaboración con el equipo de CIC, se logró diseñar e implantar una solución actual, robusta y escalable, que ha permitido al cliente avanzar hacia un modelo de integración más eficiente, sostenible y alineado con sus objetivos estratégicos.
La solución: transición controlada y rediseño técnico
Abordar un sistema crítico y poco documentado exige rigor técnico, visión estratégica y una hoja de ruta sólida.

Por ello, los equipos de Armando Álvarez y CIC Consulting Informático diseñaron un enfoque por fases, centrado en minimizar el riesgo, garantizar la trazabilidad y construir confianza en cada paso:
- Análisis en profundidad del sistema existente, desentrañando su funcionamiento a través del propio código, bases de datos de intermediación y APIs disponibles del proveedor.
- Diseño e implementación de una nueva arquitectura de integración, con capacidad para coexistir con el sistema anterior en una fase inicial de validación paralela.
- Desconexión progresiva del entorno heredado y transición controlada hacia el nuevo sistema.
- Seguimiento post-despliegue para asegurar la estabilidad, detectar posibles ajustes y reforzar el conocimiento interno.

Los resultados: seguridad, autonomía y evolución
La transformación ha tenido un impacto directo en la solidez operativa y en la capacidad de evolución tecnológica del Grupo Armando Álvarez.
Entre los beneficios clave destacan:
- Mayor seguridad y trazabilidad, gracias a un stack tecnológico moderno, bien documentado y robusto.
- Reducción del riesgo de intervención, ya que el nuevo entorno es comprensible, mantenible y no depende de código heredado opaco.
- Autonomía técnica del cliente, que ahora posee pleno conocimiento del funcionamiento de sus integraciones.
- Capacidad de escalar y adaptarse, con una arquitectura preparada para incorporar fácilmente nuevos proveedores o adaptar los flujos existentes.
Además, el enfoque basado en la convivencia temporal entre sistemas ha permitido validar el nuevo modelo sin interrupciones ni impactos negativos sobre los procesos críticos, generando confianza durante toda la transición.
Conclusión
Este proyecto no solo ha modernizado un componente clave del sistema tecnológico del Grupo Armando Álvarez, sino que ha reforzado su capacidad para afrontar futuros desafíos digitales. Es un ejemplo de cómo una intervención técnica bien planificada puede traducirse en ventajas operativas, estratégicas y organizativas para grupos empresariales con gran complejidad estructural.
En la era de la transformación digital, evolucionar no siempre significa empezar desde cero, pero sí requiere analizar en profundidad lo que ya existe, construir sobre bases sólidas y avanzar con visión de futuro.