Tenemos dos términos que últimamente están de actualidad que vamos a tratar de explicar cómo pueden complementarse, con sus ventajas y sus problemas.
Refrescamos primero brevemente estos dos conceptos por separado:
- Por un lado tenemos Business Intelligence (BI) o inteligencia de negocio, que como ya hemos comentando en otras ocasiones, se trata de un conjunto de herramientas que sirven para extraer, analizar y mostrar los datos que tenemos en distintos entornos de una manera automática y periódica. Esta información que obtenemos, nos ayudará a conocer mejor nuestro negocio o área de conocimiento y servir de base para poder tomar decisiones a futuro según nuestros intereses.
- La computación en la nube o Cloud Computing, permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. Estos servicios están orientados a que se paguen por uso, SaaS (software as a service), siendo un nuevo modelo de negocio para las empresas de tecnología.
La ventaja para las empresas de unir los dos conceptos, la inteligencia de negocio y la computación en la nube, es que ya no necesitan una infraestructura de servidores de aplicaciones, comunicaciones, etc., no tiene que realizar fuertes desembolsos pensando que lo van a recuperar a futuro, sino que solo van a pagar por lo que necesitan usar en cada momento.
Además, este servicio es flexible y escalable, es decir, si necesitamos más servidores en un momento puntual con unos cuantos clics los tenemos, o si por el contrario por la noche no hacen falta tantos servidores pues se programa para que se paren y ya está, no gastamos. El concepto Nube lo que nos quiere trasmitir es que a nosotros no nos hace falta saber dónde están todos esos elementos, ni como son, solo sabemos que los podemos utilizar y cuanto nos cuesta utilizarlo cada mes según nuestro consumo.
A primera vista piensas, perfecto, encaja. Tengo información de mi negocio, que cada año aumenta, ya que desde que implante BI no quiero perder esa información, por lo que nuestro histórico crece. También crece porque a la vez he ido incluyendo las áreas de negocio que quiero analizar y tener los todos estos datos relacionados.
Los problemas de espacio parecen que tienen una solución más fácil y económica que comprar una infraestructura para un entorno de almacenamiento de datos, que requiere quizás unas necesidades de mantenimiento y un alto precio de adquisición. Por lo que la nube me permite almacenar los datos y poder disponer de ellos desde Intranet, accediendo desde cualquier dispositivo móvil a nuestro alcance a la información actualizada y oficial de nuestra compañía.
Comentábamos los beneficios del almacenamiento de datos en la nube en cuanto a costes, también supone además, un extra porque este donde este con conexión a Internet, podré acceder a los datos.
Esto para algunas compañías supone una ventaja, ya que cuando se ha conseguido blindar de accesos externos a las redes internas de las compañías, nos damos cuenta que necesitamos esos datos desde fuera, por lo que tenemos que abrir accesos puntuales a través de los distintos sistemas de comunicaciones con las posibles puertas abiertas de acceso. Otras soluciones pasan por contratar licencias de herramientas que nos permiten accesos de una manera segura y que emulan como si estuviésemos en nuestro despacho.
Como hemos dicho antes, parece que la solución es perfecta, ya que supone un ahorro en infraestructura, nos facilita el acceso a los datos desde cualquier sitio, etc. Pero las empresas todavía son reticentes a poner sus datos en sitios que no se saben dónde están. Prefieren tener sus datos en un servidor que está en sus instalaciones y que se ve físicamente. Normalmente este servidor es antiguo, con recursos escasos, si soporte para actualizaciones de software y con muchas posibilidades de que falle periódicamente. Pero la desconfianza actualmente todavía es grande.
La solución que más triunfa actualmente es una mezcla de ambas alternativas. Nuestro núcleo más importante de información sigue en nuestra empresa y solo una parte de nuestra información es la que alojamos en el exterior para que pueda proporcionar información a clientes o empleados desplazados en otras zonas geográficas distintas a las oficinas centrales. Así también podemos conservar/justificar nuestra infraestructura actual y también podemos expandimos hacia el exterior según la demanda requerida de una manera flexible.
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